Francisco del Rosario Sánchez
Francisco del Rosario Sánchez es uno de los grandes próceres republicanos de la historia
dominicana. Héroe del 27 de febrero de 1844, hombre de acción y, como Duarte,
Mella, Cabral, Pimentel, Manzueta, Adón y otros, expresión auténtica de
dominicanidad y de vocación patriótica, republicana y revolucionaria. Su vida
como hombre público fue honesta, incorruptible e inmaculada y fue marcada por
su comportamiento valiente, temerario e ingenuo.
Nació en Santo Domingo el 9 de
marzo de 1817, durante los últimos años del período colonial conocido como la
"España Boba". Fue el primer hijo de la unión de Narciso Sánchez,
tablajero de profesión, y Olaya del Rosario, ambos personas de color.
Sánchez es considerado
como el segundo líder de la guerra dominicana contra la ocupación haitiana y un estratega
político. Tomó las riendas de la lucha tras la ausencia de Duarte, proclamando la
independencia en la Puerta
del Conde el 27 de febrero de 1844. En los acontecimientos que tuvieron
lugar justo antes de la proclamación de la independencia, Sánchez fue elegido por sus pares en La
Trinitaria, como Comandante en Armas y Presidente de la Junta
Gubernativa de la naciente república. Más tarde esa noche, los rebeldes
dirigidos por Sánchez toman la Puerta
del Conde donde Sánchez después de escuchar el estruendoso trabuco de Mella, iza la bandera dominicana vociferando el legendario lema ¡Dios, Patria y Libertad!. En
ese momento quedó fundada la República
Dominicana.
En
abril de 1855 fue enviado al exilio en Curazao,
y regresó en agosto de 1856. Los ideales independentistas de Sánchez se vieron tirados al suelo cuando Pedro
Santana buscó con la Anexión a
España, la protección económico-militar. Sánchez expresa su oposición a las gestiones
de Santana. En agosto de 1859 fue encarcelado porque se opuso a las gestiones
anexionistas de Santana, y
por tercera vez, en septiembre fue enviado al exilio en Saint Thomas.
Desde
su exilio y sin recursos económicos mantiene su lucha contra la potencial
anexión. Apela por la unidad de todos los dominicanos y viaja hacia Haitíen busca de ayuda del
presidente haitiano Fabre Geffrard a quien intentó convencer para que le diera apoyo a fin de dirigir una invasión al territorio dominicano y así evitar la posible anexión de la nueva
nación a España.
En su regreso del
exilio, Sánchez comienza entonces la vida política ocupando importantes
posiciones en los gobiernos de Jimenes, Santana y Buenaventura Báez. Nombrado fiscal ante el Tribunal
de Apelación de Santo Domingo, fue quien llevó la acusación contra Antonio
Duvergé en el primer juicio que le hizo Santana. Se hizo a partir de
entonces defensor público y recibió licencia de la Suprema Corte de Justicia para ejercer.
El 1 de junio de 1861,
Sánchez penetró a territorio dominicano al frente de una expedición cruzando
por Hondo
Valle, Vallejuelo y El
Cercadodonde cae en una emboscada siendo herido en la ingle. Capturado y trasladado junto a otros a San Juan de la Maguana donde fueron juzgados y condenados
a muerte. En el juicio, Sánchez exclamó: "Para
enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los
Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez". Murió fusilado el 4 de julio en el
cementerio de San Juan de la
Maguana, a los 44 años de edad.
Himno a Francisco del Rosario Sánchez
Sánchez
glorioso, varón ilustre,
que no
supiste jamás hollar,
los sacros
fueros del patriotismo,
que
levantaron el patrio lar.
Tú que
juraste morir de hambre,
antes que
siervo comer un pan,
y lo
cumpliste cuando tu cuerpo,
de muerte
herido cayó en San Juan.
Tú que en
los labios siempre tuviste,
fiero
anatema para el Traidor,
que
malograra La Patria hermosa,
por la que
dieras vida y honor.
Derecho
tienes a que elevemos,
en tu
memoria cantos de amor,
ningún
soldado fue más glorioso,
nadie ha
luchado con más valor.
Cuando
miramos llenos de orgullo,
La patria
enseña, con qué fruición,
pensamos
todos que representa,
la parte
roja tu corazón.
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